El Papiro de Turín


El Canon Real o Papiro Real de Turín es una lista de los faraones que reinaron Egipto, como también de los dioses que les precedieron, los semidioses, y los seguidores de Horus. Esta lista no es conmemorativa de ningún faraón, sino que contiene los nombres reales de todos los gobernantes, incluyendo los faraones menores y los usurpadores.

Y ahí es donde radica la cuestión, pues tomándo este documento como válido, ¿quiénes eran estos dioses que gobernaron Egipto, anteriores a la dinastía I? Por esta razón es que este documento es uno de los mayores objetos que «no deberían estar ahí» de la arqueología.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

El papiro está roto en 160 fragmentos que, afortunadamente, se han podido recomponer conformando la lista mencionada. Descubierto en 1822, por Bernardino Drovetti, el que fuera cónsul de Egipto, cerca de la ciudad de Luxor, fue donado al Museo Egipcio de Turín en pésimas condiciones, aunque se sabe que en su descubrimiento estaba prácticamente intacto. Giulio Farina reconstruyó el documento y lo selló entre dos hojas de vidrio en 1938, que es como puede verse hoy en día. No sería hasta 1959 que Gardiner, que se hizo famoso por recopilar todos los jeroglíficos egipcios y publicar su gramática, cuando éste transcribiría lo que decía y hacía públicas estas revelaciones.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

El Papiro contiene los nombres de unos 300 monarcas en orden cronológico, incluyendo la duración de sus reinados en años, meses y días, lo cual convierte al Canon Real de Turín en un documento de gran importancia a la hora de establecer una cronología para el Antiguo Egipto.

La lista de reyes del Canon Real de Turín comienza con los dioses que según las creencias de los antiguos egipcios gobernaron Egipto al principio. Y aquí es donde radica el problema para los egiptólogos, pues aseguran que esto es mitología y sólo dan por cierta la cronología a partir de la Dinastía I.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

Al comienzo de la lista se encuentra el dios Ptah que, según la cosmogonía de Menfis, creó el mundo con el corazón y la palabra. Le sucede Ra, el dios sol creador de la vida, y después su hijo Shu, el aire, que separó el cielo (Nut) de la tierra (Geb) interponiéndose entre ambos. A Shu le sucede Geb, y después el hijo de éste, Osiris, que es asesinado por su hermano Seth.

Luego aparece Horus, el hijo póstumo de Osiris, que luchó contra Seth por el trono de Egipto. Después, el Canon Real de Turín da los nombres de otros tres dioses: Thot, Maat y un Horus cuyo nombre se ha perdido. Aquí hay que tener en cuenta el papel de Maat, que es la diosa del orden, la justicia, y la verdad, y al mismo tiempo un concepto abstracto de difícil definición en la actualidad.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

Después aparecen otros nueve dioses, que son los que se encargan de la transición entre un gobierno de dioses a otro de humanos. Estos dioses son los bau de Buto (Pe) e Hierakómpolis (Nekhen), los cuales representan a los gobernantes del norte y del sur durante el Periodo Predinástico (anterior al 3000 a.C.). Estos dioses en conjunto forman los bau de Heliópolis y se relacionan con Horus, el dios de la realeza. Es importante señalar que Buto e Hierakómpolis eran las capitales predinásticas del Bajo y Alto Egipto respectivamente. Después vienen los Shemsu Hor (Seguidores de Horus), los cuales podrían ser los reyes predinásticos, pero aún no está claro. Los Seguidores de Horus se representan con cuerpos celestes, con forma de discos alados, y con armaduras impropias de su época.

Después de esta lista de dioses, el Canon Real de Turín comienza con los reyes humanos, siendo el primero de ellos Menes, primer rey de la I Dinastía, el primer Rey del Alto y Bajo Egipto, esto es, del Egipto unificado. Su nombre aparece dos veces, uno con un determinativo para “humano” y el otro para “divino”.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

Al contrario de lo que ocurría con las listas reales vistas, el Canon Real de Turín sí que incluye a los odiados gobernantes hiksos del Segundo Periodo Intermedio (1773-1550 a.C., dinastías XIII a XVII, siendo las dinastías hiksas la XV y la XVI), aunque añadiendo a sus nombres el determinativo de “extranjero”. El término de “hiksos” viene de la expresión egipcia “heqau khasut”, es decir, “gobernantes de los países extranjeros”, el cual se aplicaba a los gobernantes asiáticos. Evidentemente, el motivo de la inclusión de los hiksos en el Canon Real de Turín es que no era una lista real destinada al culto a los reyes predecesores de un faraón como las de Abidos o Karnak, como ya hemos citado con anterioridad, lo cual le da más veracidad a la lista de dioses gobernantes como tal, y no producto de una fantasía mitológica.

Papiro Real de Turín
Papiro Real de Turín

El Papiro de Turín coincide en esta lista real, con otras fuentes que también la mencionan:

Otro texto apócrifo para la egiptología son las crónicas de Egipto de Manetón. Manetón escribió “La Historia de Egipto” en 3 volúmenes que ya no existen en la actualidad pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores.

Según recoge Eusebio, una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris, y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos, siguieron dinastías de semidioses que reinaron durante 11.025 años, lo que hace un total de 24.925 años. A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C. reinaría el primer faraón, Menes o Narmer.

Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), desde las Crónicas de Manetón, seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años. De nuevo aparecen: Hefesto dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris. Los primeros 9 semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus, y Zeus, abarcando entre estos 9 semidioses un periodo de unos 2.645 años aproximadamente en el reinado en Egipto. A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, y seguidores de Horus, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial. Hay pequeñas diferencias entre las cronologías de Eusebio y Sincelo, pero ambas básicamente son muy similares. Por ejemplo, Sincelo cataloga a Horus como el primero de los semidioses, mientras que Eusebio lo nombra como el último de los dioses.

Asimismo, está el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó. En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

La Piedra de Palermo se trata de la mitad de una enorme losa de diorita negra que actualmente se puede contemplar en el Museo de Palermo. El documento, en escritura jeroglífica, da cuenta de 120 reyes predinásticos que reinaron antes de que existiera oficialmente la civilización egipcia. De nuevo aparecen los nombres de los misteriosos dioses y semidioses engrosando las genealogías reales egipcias.

Piedra de Palermo
Piedra de Palermo

Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas o mitológicas, para que tomarse el trabajo de inventar la duración de sus reinados, más aún con cifras tan exactas?

¿Quiénes eran estas figuras endiosadas? ¿Fueron ellos los constructores de los más grandes monumentos de la antigüedad? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos ante las evidencias encontradas, en lugar de intentar negar su existencia sólo porque no encajan en las cronologías del tiempo.

El Canon Real de Turín y la Piedra de Palermo son hallazgos arqueológicos que suman al recuento de textos que narran sobre reyes legendarios que gobernaron durante largos períodos en una historia pretérita. Las teorías de civilizaciones antediluvianas incluyen la Lista Real Sumeria, la Biblia (Génesis), los Manuscritos del Mar Muerto, las Crónicas de Manetón y la Historia de Babilonia de Beroso.

Fuente: http://www.carlosmesa.com/papiro-de-turin/

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