Arte Rupestre
Se suele decir que el verdadero creador de las artes plásticas es el ser humano moderno, el Homo sapiens sapiens, que colonizó Europa hace unos 40.000 años y cuya presencia en este continente coincide con lo que llamamos Paleolítico Superior.
El arte paleolítico por excelencia es el arte rupestre (del latín rupe: roca), que es todo aquel dibujo que se halla grabado o pintado en rocas y cavernas. Aunque no todo el arte rupestre es paleolítico (sino que perduró mucho tiempo después, incluso, en otros periodos históricos), ni todo el arte paleolítico procede de las cuevas.
Su denominación como “arte” no significa que se trate de objetos artísticos en los términos con que hoy los entendemos. Quizás sea más indicado el término «manifestaciones rupestres», pues la palabra “arte” implica darle un sentido que no necesariamente coincide con el que le dieron sus ejecutores.
El Paleolítico superior es el tercero y último de los periodos en que está dividido el Paleolítico, la etapa inicial de la Edad de Piedra. Está caracterizado por la preponderancia de las industrias líticas clasificadas en distintas cronoculturas: Châtelperroniense, Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense, según los yacimientos epónimos de Francia donde fueron identificadas. Se extiende aproximadamente entre los años 40-30.000 antes del presente (AP) y el 12-10.000 AP.
El arte rupestre parietal (de pared) es típico de la zona franco-española: en Francia hay más de 130 cuevas y en España hay unas 60 cuevas.
Antigüedad de las pinturas
Dataciones recientes, utilizando el método de series de uranio, realizadas en 11 cuevas ubicadas a lo largo de la costa cantábrica española, indican que la de El Castillo contiene las pinturas más antiguas del continente europeo y entre las más antiguas del mundo.
El método de datación por series de uranio, utilizado en estas cuevas, es de mayor fiabilidad que el de carbono 14 ya que este último no es adecuado para fechar pinturas elaboradas sólo a base de pigmentos naturales. En algunos casos se ha podido datar la película calcítica situada inmediatamente por debajo de la pintura, lo que permita hablar de una edad máxima de la pintura, y la que se ha formado por encima de ella, lo que permite fijar un mínimo.
Concretamente, hay una pintura de un punto rojo en el llamado Techo de las Manos de El Castillo que fue pintado hace al menos 40.800 años. De acuerdo a la cronología evolutiva del hombre, existe la posibilidad de que algunas de estas pinturas, las más antiguas, sean obra de neandertales ya que por esa época convivían junto con los primeros Homo Sapiens.
En el Castillo, además del disco, se ha datado una mano negativa en rojo hallada en el Panel de las Manos, que se dibujó hace más de 37.300 años.
Por otro lado, en Altamira, un signo rojo en forma de ondas en el Techo de los Policromos se ha datado en más de 35.600 años.
Por su parte, las pinturas de la cueva francesa de Chauvet tienen en su mayoría entre 30.000 y 32.000 años de antigüedad.
Con una antigüedad similar a las europeas, las pinturas de Indonesia han sido datadas de 40.000 años.
Las pinturas rupestres más antiguas del mundo parecen ser las que se encuentran ubicadas en el norte de Australia. Las de Nawarla Gabarnmang, al oeste de las tierras de Arnhem, tienen una antigüedad que podría llegar hasta los 45.000 años.
Mediante el método de datación indirecta, encontramos que las aves Genyornis de la meseta de Arnhem, sería la representación más antigua del mundo ya que estas aves se extinguieron hace unos 46.000 años, por lo que estas pinturas tienen como mínimo esa antigüedad.
Destacados
De la serie de Pintura Rupestre destacan los siguientes temas:
Manos en Negativo
La representación de las Manos en Negativo es una práctica llamativamente habitual entre los artistas de las cuevas prehistóricas. Tales siluetas son, en todos los casos, realizadas con antiguos métodos de aerografía, una técnica que requeriría ciertos conocimientos, dominio de los materiales, inventiva y tiempo para practicarla. Es realmente asombroso que todos estos artistas prehistóricos hayan podido desarrollar esta misma técnica.
Sofisticación técnica
La técnica artística empleada en la Cueva de Chauvet es de un nivel de expertise impensado. El trazo es perfecto, estilizado y proporcionado; la expresión de las bestias está sumamente bien lograda; la técnica de sombras y relieves es impecable; y la animación que adquieren al sobrepintarse los contornos es asombrosa.
Un análisis de las pinturas de la Cueva de Lascaux revela que las técnicas empleadas, tales como degradado cromático, coloración parcial de patas, vientre y hocicos, no difieren significativamente de las utilizadas en la actualidad. Empleaban además la perspectiva y deformaban algunas siluetas para que sean vistas desde todos los ángulos. Las pinturas cuentan con 25 tonalidades, siendo las más utilizadas: negro, amarillo, naranja y marrón.
El techo de las Sala de los Polícromos de la Cueva de Altamira es una de las muestras de pintura parietal más evolucionada que se conoce. El realismo y perfección de las figuras se ve reforzado por la variación de tonos y colores, los sombreados y sobre todo el efecto de relieve producido por el aprovechamiento de los abultamientos de la roca para dar volumen al animal. La gran calidad y belleza del trabajo del hombre magdaleniense en este recinto queda expresada en la resumida frase de Pablo Picasso (1881-1973): “Después de Altamira, todo es decadencia”.
La Pasiega, parte del complejo de la Cueva de El Castillo acumula un importante número de animales pintados y signos al final de un largo pasillo, predominando la pintura en línea ancha y de color ocre. Sorprende la simplicidad de las líneas, casi continuas, que demarcan la silueta del animal a la perfección.
Una inteligente caricatura retrata el tema cuestión con una incisiva pregunta:
Figuras geométricas
Se han encontrado en Cueva de Altamira grabados que muestran líneas paralelas, rectángulos y demás formas que permitirían cuestionar la exclusividad del comportamiento complejo atribuida a los sapiens.
También podemos hallar este tipo de figuras geométricas en la Cueva de El Castillo. Su significado sigue siendo una incógnita, algunos ven trampas o cercados.
Seres Antropomorfos
Las pinturas de las cuevas de Australia tienen como protagonistas a extraños seres antropomorfos llamados por los aborígenes Los Wandjinas. En la mitología de los nativos australianos, los Wandjinas (que significa “cercano al agua”), son seres sobrenaturales, espíritus de la lluvia y las nubes, creadores de la vida en la Tierra.
Son seres sabios que trajeron la civilización y la prosperidad a los pueblos de la zona. Los Wandjinas han sido representados profusamente en el arte rupestre de la región de Kimberley. Su aspecto es humanoide, con grandes ojos y sin boca, y usualmente sus cabezas están coronadas con una especie de aureola “lumínica”.
Las sugestivas Pinturas de los Anasazi colman nuestra imaginación con figuras de seres antropomorfos de muy extraña apariencia. Algunas tienen cuernos, otras poseen alas, otras nos miran con sus enormes ojos y cráneos del tipo calaveras y muchas más aparecen como flotando.
En el panel Barrier Canyon Style, destacan una decena de figuras humanas de tamaño natural, la mayoría de ellas tiene una extraña apariencia tipo “momia”, carecen de brazos y piernas, y en general tienen enormes ojos de insecto y cabezas con forma de calavera.
Diseminado por toda la meseta de Tassili n’Ajjer se encuentra uno de los conjuntos pictóricos rupestres más enigmáticos, con sorprendentes figuras que interpelan nuestra racionalidad. En Jabbaren (que en lengua Bereber significa “Los Gigantes”), hay con un conjunto de pinturas en las que se muestran extraños seres que podríamos calificar, como mínimo, de intrigantes: seres antropomorfos de extrañas cabezas que, a veces, incluso parece que flotan en el aire o más aún, que vuelan por sus propios medios.
A simple vista, se aprecia lo que a nuestros ojos serían personas con escafandra, extraños cascos y trajes ceñidos. A estos seres gigantes con inusuales figuras antropomorfas se los denomina comúnmente los “dioses de cabezas redondas”. Se trata de frescos de gran tamaño pintados hace más de 8.000 años.
Entre la serie de figuras antropomórficas, encuentro asombrosamente parecidos a dos personajes, uno proveniente de Val Camónica, Italia y el otro de Utah, USA de la cultura Anasazi. Se trata en ambos casos de una persona de figura muy alargada, con astas con puntas y una serpiente en su mano izquierda:
En línea con estas representaciones están otras de Val Camonica, en la provincia de Brescia, Italia. En dicho lugar se encuentra un conjunto más de 140.000 petroglifos que constituyen la colección más amplia de arte rupestre de toda Europa y representan un testimonio extraordinario de la civilización que habitó en la región de Lombardía. Las figuras más antiguas, de finales del Paleolítico, datan de hace 10.000 años, aprox.
Su nombre deriva del latín Vallis Camunnorum, esto es, Valle de los Camunni, sus primitivos habitantes. Población de origen oscuro y con una tradición cultural milenaria, que data del neolítico temprano.
Indice de la serie de Pintura Rupestre
- Los Wandjinas
- Pinturas de los Anasazi
- Tassili n’Ajjer
- Wadi Sura, Egipto
- Cueva de las Manos, Argentina
- Cuevas de Indonesia
- Cueva de Chauvet
- Cueva de Lascaux
- Cueva de Altamira
- Cueva de El Castillo
- Compilado de Manos en Negativo
Fuentes principales: