Nombres de Dios(es)


En la misma región donde sucedieron los acontecimientos del relato bíblico podemos encontrar antecedentes de los nombres del Dios bíblico, lo que nos invita a pensar en cierta transferencia, adopción y/o adaptación de los dioses de otras culturas aledañas.

En la Torá

En el Pentateuco podemos encontrar varios términos para referirse a Dios, que aparecen con distinta frecuencia: Elohim, 2570 veces; Eloah, 57 veces; El, 226 veces, Elim, 9 veces y Yahveh, 6.828 veces; además de Adonai, Adon, Yah y Elyón.

Biblia sefardi, 1385. Imagen: wikipedia

Yahveh (יהוה) es el nombre propio utilizado en la Biblia para designar al Dios de las religiones judeocristianas y diferenciarlo del resto. Se trataría de una combinación de las formas de pasado (היה), presente (הוה) y futuro (יהיה) de la raíz del verbo ser hawah»), para indicar la eternidad de la existencia divina. Así, su nombre sería: «Yo soy el que es y era y ha de venir», pero la traducción más aceptada es la utilizada en la Septuaginta: “Yo Soy el que Soy”, aunque se le puede reducir a YO SOY, como expresa la misma Torá.

El Tetragrámaton en alfabeto fenicio, alfabeto arameo y hebreo moderno. Imagen: wikipedia

Según el Pentateuco el nombre de Dios es «yod-hei-vav-hei» (יהוה) que se traduce al alfabeto occidental como YHWH, pues la escritura hebrea antigua sólo incluía las consonantes, no las vocales. Por esto, y dado que el nombre propio de Dios en hebreo no se menciona para no profanarlo (por considerarse sagrado), se desconoce a ciencia cierta su pronunciación original. No obstante, el Tetragrámaton «YHWH» o «JHWH» se suele pronunciar como Yahweh, Yahvé o Yavé así como está también su acepción Iehová, Jehowah o Jehová.

Una pista sobre la etimología de la frase latinizada Yahvé es la pronunciación de la: forma abreviada del Tetragrámaton, cuya raíz hebrea es: IáH (יה: iud + hey). Según algunos estudiosos el nombre Yahweh es el origen del Yao del gnosticismo, y para otros, podría ser cognado del Yaw de los textos ugaríticos.

Yah (יה), apócope de Yahveh, aparece varias veces, principalmente en el libro de los Salmos; y otro tanto contenido en la palabra hebrea «aleluya» (cuyo significado es ‘alabad a Yah‘). Se la considera la palabra más antigua para alabar a este mismo Dios.

Asimismo, Iah, Yah o Aah era el dios de la Luna en la religión de los antiguos egipcios. Su nombre significa simplemente, «Luna». Iah aparece mencionado por primera vez en los Textos de las Pirámides, Reino Antiguo y su presencia se extiende hasta Época Tardía.

En las tablillas descubiertas en Tel Mardikj, las ruinas de la antigua Ebla, aparecen nombres propios con elementos como «il» y «ya», es decir «El» y «Yah«, como en el caso de «en-an-il» y «en-an-ya», «is-ra-il» e «is-ra-ya», «is-ma-il» e «is-ma-ya», «mi-kà-il» y «mi-ká-ya».

Tetragrammaton
Tetragrámaton en la Capilla del Palacio de Versalles, Francia. Imagen: wikipedia

El (אֵל) es literalmente «Dios» en hebreo. Su uso como raíz significa el poderoso, el fuerte. En algún momento de Israel, Ēl fue identificado como Yahweh, dejando a Ēl como título «Dios» y Yahweh como nombre propio. Con el tiempo, Ēl había sido degradado a ídolo o como dios falso de un pueblo extranjero, fortaleciendo la posición de Yahweh como dios nacional.

Lo podemos encontrar en nombres como Joel (יואל) «Yoh (apócope de Yhwh) es Dios (Yhwh es Êl,אל)». Ēl se encuentra como parte de los nombres teofóricos más antiguos:

El Olam, en hebreo Olam significa «eterno, tiempo indefinido, mundo, universo», así El-Olam es ‘Dios eterno’ o ‘Dios de la eternidad’.

Elyon (אל עליון), a menudo traducido como «Dios Altísimo», significa Supremo, Elevado, Exaltado, y se usa también fuera de la esfera de la revelación, por ejemplo en boca de Melquisedec:

  • Gén 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote de El Elyon, sacó pan y vino

El Shaddai (אל שדי) generalmente se traduce como «Dios omnipotente», aunque según diversos expertos, la traducción más acertada y literal es » Ēl de la montaña o del desierto».

  • Éxo 6:2-3 Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ. Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como El-Shaddai, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
  • Gen 17:1 Tenía Abraham la edad de noventa y nueve años, cuando se le apareció Yahveh y le dijo: Yo soy El Shaddai; anda delante de mí y sé perfecto.
  • Gen 35:11 También le dijo Dios: Yo soy El Shaddai: crece y multiplícate; una nación y un conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

Eloah (אֱלהַּ), este nombre es la traducción hebrea del arameo Elah, que aparece en los pasajes del Pentateuco que está en arameo. Según Fleisher, Eloah proviene de la raíz árabe Aliha, y estaría emparentado con el árabe Allah, nombre que posteriormente utilizó el Islam para designar a Dios.

Elohim (אֱלהִים) sería el plural derivado de El, o de Eloah, el plural mayestático, o el superlativo de Dios. La palabra Elohim, que es un título y no un nombre personal, debería entenderse literalmente como «dioses» o, en sentido abstracto, «el único y verdadero Dios». El plural Elohim en los textos sagrados puede ser usado también para designar a dioses paganos, de manera que la diferenciación entre el verdadero Dios y los falsos dioses depende del contexto.

El hecho de encontrar el término en plural ha generado no pocas suspicacias en el sentido de que fortalecería aún más los paralelismos de los relatos bíblicos con los de otras religiones y culturas politeístas, en las que sus textos mitológicos nos hablan de que los creadores del universo y del hombre fueron los «dioses».

Sin embargo, la contra-argumentación dice que el hebreo bíblico tiene la característica de expresar en plural no únicamente la multiplicidad, sino también la magnitud, la extensión o hasta la dignidad. Se trataría simplemente de lo que se conoce en gramática como «pluralis excellentiae» o «pluralis maiestatis», una forma de plural abstracto, que resume las características variadas inherentes al concepto, más el sentido secundario de intensificación del significado original.

Adonai (אֲדֹנָי) es uno de los nombres que se utilizan para referirse a Dios, sin embargo no es el Nombre Divino sino una designación genérica. El nombre es semítico, y su origen se remonta al antiguo ādōn, ‘señor’. Se usa más de 300 veces en el Tanaj y se utiliza para referirse al ser supremo como «mi Señor» o «mi Gran Señor«. Cuando los hebreos llegaron a Canaán, se les opuso el rey de los jebusitas, Adonizedek, cuyo nombre significa ‘señor de la justicia’ (Tzedek=Justicia).

Hashem (en hebreo: השם «El Nombre») Desde la antigüedad, al leerse el Tanaj, el Tetragranatón fue pronunciado como Adonai ó Elohim. Los judíos ortodoxos usan HaShem para así referirse a Dios y evitar los nombre sagrados. El judaísmo rabínico afirma que el único nombre que identifica realmente a Dios es aquel que ni siquiera lo nombra.

En la mitología cananea

Baal de Ugarit, Louvre.

Baal era una antigua divinidad muy popular en Canaán y varios pueblos situados en Asia Menor y su área de influencia: babilonios, caldeos, fenicios, filisteos, etc. Era el dios de la lluvia, el trueno y la fertilidad.

La palabra Baal en los idiomas semitas significa «dueño» o «señor». A Baal también se le conoce como Adon, o Adoni en griego o Adonai en español.

En los Textos de Ras Shamra (documentos antiguos hallados en la antigua Ugarit, situada en la costa de Siria) se alude a Baal como «Zebul [«príncipe»] de la Tierra» y «el Jinete de las Nubes». Belcebú o Beelzebub, derivado de Baal Zebub, era adorado en épocas bíblicas en la ciudad filistea de Ecrón, la cual posteriormente sería asimilada a la tradición cristiana, y luego demonizado para convertirlo en el Príncipe de los demonios.

Baal era hijo de El y de Astarté (Asera, Athirat o Ishtar). Ēl era el nombre particular del dios principal que gobernaba el panteón cananeo. Era considerado el dios supremo, padre de la raza humana y de todas las criaturas. Se le llamaba «padre de todos los dioses», «el creador» y «el bondadoso». Se lo representa como un toro, con o sin alas. En Canaán el rey era nombrado «siervo de El«. Fue el padre de muchos dioses pero se lo identifica principalmente como el padre de Baal a quien tuvo con su esposa Asera.

También se lo llamaba Eloáh o Elah, y en la región del Levante mediterráneo era denominado El o IL. La raíz «il» corresponde a apelativos semíticos muy utilizados, como la palabra original semita para ‘Dios’, «ilum». El apelativo il [literalmente «dios»] se designaba para identificar al dios de los cereales Dagan, y era una de las posibles lecturas del mismo sumerograma empleado para el dios acadio Anu.

File:Gebel el-Arak knife mp3h8791.jpg
Imagen del dios El venciendo a dos leones, tallado en el mango del cuchillo ceremonial de Gebel el-Arak. Imagen: wikipedia

El ha sido el padre de muchos dioses ―setenta en total― los más importantes fueron Baal Raman (Hadad), He, Yam y Mot, los cuales tienen atributos similares a los dioses Zeus, Poseidón o Ofión, Hades o Tánatos respectivamente, los antiguos mitógrafos griegos identificaron a El con Crono, el rey de los titanes.

Para la gente de Ugarit, pueblo semita emparentado lingüística y religiosamente con los cananeos ubicados más al sur, Baal junto con Yam y Mot, sus hermanos, eran los dioses Elohimiticos, pues eran la corte del dios principal El, conocida como ‘Ihm. Asimismo, parte de este panteón también era Yaw, el dios del mar.

Baal era ya venerado en el III milenio AEC por los semitas amorreos; su nombre propio era Hadad (con sus variantes Adad, Haddu, Addu, Had, Ad). Ese culto fue introducido en Egipto aparentemente por los hicsos (pueblos de origen semita que hacia el siglo XVIII AEC reinaban en el delta del Nilo). Fue también adorado por los fenicios junto al dios Dagón (el más importante de su panteón), y los fenicios lo asociaron a Melkart. En la Biblia, el dios Baal (בעל Ba‘al) es llamado uno de los «falsos dioses, al cual los hebreos rindieron culto en algunas ocasiones cuando se alejaron de su adoración a Yahvé.

El emplazamiento de Baalbek, en el Líbano, debe su nombre en honor a Baal. Hay opiniones divergentes sobre el significado del nombre, pero para muchos significa “El valle de Baal”.

Baalbek vista aérea
Baalbek vista aérea

El «Atlas Historico de la Biblia» de José Ochoa indica que:

El dios originario de los cananeos, El, que significa “dios”, era la divinidad celestial y el padre de setenta deidades que había tenido con la “madre de los dioses”, Asherá. El plural de El es Elohim, uno de los nombres usados en el Antiguo Testamento para referirse al dios de Israel.

Pero el principal dios cananeo era Baal, que significa “señor”, “maestro”, quien era identificado con el dios semitico-occidental de las tormentas, Hadad. Ambos eran invocados para traer las lluvias a los campos de labor. Baal podía ser representado en forma humana blandiendo un rayo (como en un relieve encontrado en Ugarit), pero su imagen más frecuente era el toro, que simbolizaba la fuerza, el poder y la fertilidad.

En su libro «El 12vo planeta» Zecharia Sitchin describe el panteón cananeo:

A la cabeza del panteón cananeo, cómo no, hay un dios supremo llamado El, una palabra que era, al mismo tiempo, el nombre personal del dios y el término genérico de «alta deidad». El era la autoridad última en todo tipo de asuntos, tanto humanos como divinos. Ab Adam («padre del hombre») era su título; el Bondadoso, el Misericordioso era su epíteto. Era el «creador de todo lo creado, y el único que podía conceder la realeza».

Su hijo y heredero fue Baal -una vez más, el nombre personal de la deidad, además del término general que significa «señor»… Al igual que El, su padre, Baal era lo que los estudiosos llaman un Dios de las Tormentas, un Dios del Trueno y del Rayo. El sobrenombre de Baal era Hadad («el agudo»). Su animal de culto, al igual que el de El, era el toro, y, también como El, se le representaba con un tocado cónico adornado con un par de cuernos. A Baal también se le llamaba Elyon («supremo»), es decir, el príncipe reconocido, el evidente heredero… En los textos cananeos, a Baal se le suele llamar el «Hijo del Dragón».

Robert Graves y Raphael Patai en su libro «Los Mitos Hebreos» ofrecen su perspectiva sobre el tema:

(pag 4) Un dios ugarita adorado como Baal-Zebub, o Zebul, en Ekron fue insultado por el rey Ajazyá (2 Reyes 1.2 ss) y siglos después los galileos acusaron a Jesús de negociar con ese «Príncipe de los Demonios»…

(pag 14) …el nombre «Elohim» (habitualmente traducido como «Dios») que se encuentra en Génesis I, es la variante hebrea de un antiguo nombre semítico de un dios que tenía muchos: «Ilu» entre los asirios y babilonios; «El» entre los hititas y en los textos ugaríticos; «Il» o «Hum», entre los árabes del sur. El encabezaba el panteón fenicio y se lo menciona con frecuencia en los poemas ugaríticos (que datan del siglo XIV a. de C.) como «Toro El», lo que recuerda los becerros de oro que hicieron Aarón (Éxodo 32.4-35) y Jeroboán (1 Reyes 12.28-32) como emblemas de Dios; y la personificación de Dios por Sedecías como un toro con cuernos de hierro (1 Reyes 22.11).

(pag 5) Cuando Zorobabel reconstruyó el templo de Yahvéh, éste ya no tenía competidores. Los Baal, Astarté, Anat y todos los otros viejos dioses cananeos habían muerto en lo que concernía a los judeos que volvían del cautiverio. El Génesis, que se vincula con los mitos griegos, fenicios, hititas, ugaríticos, sumerios y de otras partes más íntimamente que lo que desearían admitir la mayoría de los judíos y los cristianos piadosos, en adelante fue editado y reeditado, desde quizás el siglo VI AEC, con fines moralistas.

El término «Dios»

El término «Dios» proviene del latín deus, ‘deidad, dios’, que a su vez deriva del indoeuropeo deiwos, cuya raíz deiw (dyu), significa ‘ser de luz, de blancura, de esplendor’. La raíz indoaria *dyē-, *dįā, *dei- puede ser traducida como ‘bóveda celeste’, ‘brillo’, ‘luz’ o ‘resplandor’.​ Así, la palabra «día» estaría emparentada con «dios».

Dieus (o Dyēus), habría sido el dios supremo de la religión protoindoeuropea, amo del cielo luminoso y el antecesor de los dioses-padre (Diaus Pitar). En el Rig-veda, texto de tradición védica, aparece como Dyaus Pitar, el padre del Suria (el dios del Sol), mientras que en griego se presenta como Zeus Pater (genitivo dios), forma análoga a la latina Iu Piter (Júpiter).

Dieus habría generado también la derivación de Tîwaz (Dîwaz/Tyr), dios de la guerra en la mitología nórdica, así como Dievas o Dievs (de Diews), el dios principal de la mitología báltica.

La palabra en español «dios» es idéntica en pronunciación a la griega Diós, forma genitiva de ZeusEl latín deus, en otras lenguas romances, derivó en deus (gallego y portugués), dieu (francés), dio (italiano), déu (catalán), entre otras.

Pese a su parecido con el término griego análogo, theós, (‘deidad, dios’), este deriva de la raíz indoeuropea dhēs-, de significado desconocido, pero que originó en latín palabras de significado inicialmente religioso como «feria» o «fanatismo».

Fuente:

7 comentarios sobre “Nombres de Dios(es)

  1. me gustan los temas tratados en tu página, podría sugerir que buscaras las fuentes originales, pues Wikipedia no es demasiado confiable.

    1. Hola Nicolás, es muy cierto que no es del todo confiable, pero lo es también que tiene mucha info disponible y al cruzarla con otros textos se puede verificar o descartar su validez. Slds

  2. Me encantan tus trabajos, siempre bien escritos y bien documentados. Realmente se aprende algo de ellos y te agradezco nos los compartas. ¡¡saludos!!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.