Hay ideograma ancestral, con forma de hombre con las extremidades extendidas (informalmente llamado «hombre rana»), que fue ampliamente difundido en todo el mundo. En ocasiones se presenta con un punto a cada lado de su cuerpo.

La figura estuvo muy difundida en diversas culturas de la antigüedad, entre ellas el pueblo Dogon de Mali.
Los dogon llaman a este símbolo Kanaga, y representa a los seres venidos de Sirio, además de ser también el nombre de un pájaro.
Ver publicación: El pueblo Dogon
Muy lejos de Mali del pueblo Dogon, en el suroeste del actual territorio de USA, otro pueblo originario llamado Hopi posee mitos y símbolos muy parecidos a los dogon.
Cuenta una leyenda hopi que Wu’ya, el jefe del Clan Tejón, a la hora de su muerte habría descendido al manantial debajo del pueblo, y se habría transformado en un abeto (árbol), de ahí su nombre Salavi. El símbolo que le dieron a Salavi en los petroglifos es el de un hombre con los extremos extendidos:
Ver publicación: El pueblo Hopi
Asimismo, un pueblo fundacional de Sudamérica, los Chachapoya, nos dejaron sus pinturas rupestres con ciertas estructuras reconocibles por todo el mundo, como espirales, círculos concéntricos y también las figuras antropomórficas del «hombre rana».

Ver publicación: La Cultura Chachapoya
En el otro extremo del mundo, en Laos, hay una llanura con una cantidad de jarras megalíticas que, aunque la mayoría está sin decorar, hay una en particular ubicada en la Zona 1 que presenta un tallado en sobre-relieve del «hombre rana».
Ver publicación: Llanura de las Jarras
La figura del «hombre rana» era también conocida en China:
