Religión Bon del Tibet


El Buda Tonpa Shenrab Miwoche (Maestro y Gran Hombre de Shen) es el fundador de la antigua tradición espiritual llamada «Yung Drung Bön» o «Bön Eterno«.

Es difícil determinar la naturaleza exacta de la religión Bön original dado que todas las descripciones antiguas poseen una perspectiva budista, impregnada con sus tradiciones y mitos.

Más aún, dado que durante un largo período de tiempo los regentes budistas proscribieron la religión Bön, dichas anotaciones históricas tienen además un claro sesgo negativo sobre la religión Bön. No obstante se pueden identificar algunos fundamentos de su doctrina.

La leyenda de Tonpa Shenrab

Según el mito, Tonpa Shenrab nació hace cerca de 18,000 años en el palacio Barpo Sogye, en la tierra de Olmo Lung Ring, parte de un país mas grande llamado Tagzig. Su padre era Gyalbon Thodkar del clan Mu y su madre Yochi Gyalzhedma.

Tompa Shenrab
Tompa Shenrab de La Tradicion Bönpo de Tibet

Tonpa Shenrab se casó joven y tuvo hijos, pero a la edad de treinta y un años renunció a la vida mundana y vivió en austeridad, enseñando la doctrina Bön.

Durante toda su vida sus esfuerzos para propagar la doctrina de Bön fueron obstruidos por el demonio Khyabpa Lagring, que luchó para destruir o impedir el trabajo de Tonpa Shenrab, hasta que eventualmente fue convertido y se hizo su discípulo.

En una ocasión, persiguiendo al demonio para recuperar sus caballos robados, Tonpa Shenrab llegó a lo que actualmente es Tibet. En la que sería su única visita, allí predicó su doctrina, pero la gente, que practicaba el sacrificio ritual, aún no estaba preparada para recibir sus conocimientos. Antes de dejar Tibet, Tonpa Shenrab profetizó que todas las enseñanzas florecerían cuando el momento madurara. 

Tonpa Shenrab, quien murió a la edad de ochenta y dos años, se dedicó a desarrollar la religión Yung Drung Bön, incorporando muchos elementos de estilo budista, aún antes de la llegada del budismo al Tibet.

Al igual que el Buda Siddharta GautamaTonpa Shenrab renunció a su privilegiada vida de príncipe para ordenarse como monje, alcanzar la iluminación y enseñar a otros como alcanzarla. 

La cifra de 18.000 años nos recuerda al mito de “Pan Gu, el formador del mundo”, de la antigua tradición china.

La leyenda de Dagpa, Salba y Shepa

De acuerdo a la tradición Bön del Tibet, en una edad pasada hubo tres hermanos, Dagpa, Salba y Shepa, quienes estudiaron las doctrinas de Bön en el cielo llamado Sirdpa Yesang, bajo la tutela del sabio Bön Bumtri Logi Chechan.

Cuando terminaron sus estudios visitaron al dios de la compasión Shenla Odkar y le preguntaron como podían ayudar a los seres vivos inmersos en la miseria y el dolor del sufrimiento. Shenla Odkar les aconsejo que actuaran como guías de la humanidad en tres edades sucesivas.

Siguiendo su consejo, el hermano mayor, Dagpa, completó su trabajo en la edad pasada del mundo, mientras que el segundo hermano, Salba, tomó el nombre de Tonpa Shenrab y se convirtió en el maestro y guía de la edad presente del mundo. Y el hermano menor, Shepa será quien vendrá en la próxima edad del mundo.

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Tönpa Shenrab sentado en postura de meditación sobre los discos del sol y la luna, en un trono de loto

Tonpa Shenrab descendió entonces de los reinos celestiales y se manifestó a los pies del monte Meru con dos de sus discípulos cercanos, Mal y Yulo. En ese momento nació como príncipe, como el hijo del rey Gyal Tokar y la reina Zanga Ringum, en el palacio al sur del monte Yungdrung Gutseg, al amanecer del octavo día del primer mes del primer año del ratón de madera macho (1857 AEC).

El monte Meru es en la mitología hinduísta, el lugar donde se encuentra la ciudad de Brahmapura, donde se halla la residencia del dios Brahmā, quien muchas veces aparece sentado también en una flor de loto.

Olmo Lungring

Según la leyenda Bön, la tierra de Olmo Lungring, que constituye un tercio del mundo existente y está situado al oeste del Tibet, se describe como un Loto de ocho pétalos bajo el cielo, que parece una rueda de ocho rayos. En su centro se erige el Monte Yungdrung Gutseg, «la pirámide de las nueve swastikas«, que representan los nueve caminos de Bön. De la base del Monte Yungdrung Gutseg surgen cuatro ríos que fluyen hacia las cuatro direcciones.

Yungdrung
Yungdrung

La swastika o Yungdrung es un símbolo de la permanencia e indestructibilidad de la sabiduría de Bön.

La montaña esta rodeada de templos ciudades y parques (bosques). Al Sur está el palacio de Barpo Sogye (de Tagzig, Olmo Lung Ring) donde según el mito, nació Tonpa Shenrab. Al Oeste y al Norte están los palacios donde vivieron las esposas e hijos de Tonpa Shenrab. Al Este, está el templo Shampo Lhatse.

El conjunto de palacios, ríos y parques junto con el Monte Yungdrung Gutseg en el centro, constituye la región interna de Olmo Lungring. La región intermedia consiste de doce ciudades, cuatro de las cuales descansan en las cuatro direcciones cardinales. Estas tres regiones están rodeadas por un océano y por una cordillera de montañas nevadas.

El símbolo de la esvástica está presente en la tradición Bön, como así también lo está en muchas otras culturas ancestrales, como el Pueblo Hopi, el Budismo, entre otras.

Buda Vaisravana
El «Hombre de Hierro» con símbolo “wan”. Estatua fabricada sobre fragmento de meteorito. Representa al Buda Vaisravana, el protector de la fe y Rey del Norte, en la cultura Bon pretibetana.

Enseñanzas de Tonpa Shenrab

Se cuenta que Tonpa Shenrab enseñó su doctrina en sistemas sucesivos. El primero se llama Thegpa Rimgu’i Bön, el «Bön de los Nueve Estados Sucesivos» o mejor conocido como «Los Nueve Caminos (o Formas) de Bön», del cual hay tres versiones: el Loter o «tesoros del Sur», el Jangter o «tesoro del Norte» y el Uter.

El segundo se llama Gozhi dzonga, los «Cuatro Portales Bön y el quinto, el Arca del Tesoro». Finalmente reveló «los preceptos externo, interno y secreto», en el que el ciclo externo es el camino de la renuncia, o enseñanzas Sutra, el ciclo interno es el camino de la transformación, o las enseñanzas tántricas, y el ciclo secreto es el camino de la auto-liberación, o las enseñanzas Dzogchen (perfección, logro, realización).

Los Nueve Caminos (o Formas) de Bön

1. Chasen thegpa, El Camino de Shen de Predicción, que describe cuatro diferentes formas de predicción: por adivinación, astrología, ritual y examen de causas.

2. Nangchen Thegpa, El Camino del Shen de la Manifestación Visible, expone el origen y la naturaleza de los dioses y demonios que viven en este mundo y los varios métodos de exorcismo e intercambio.

3. Trulshen thegpa, El Camino del Shen del Poder Mágico, explica los ritos para expulsar los poderes adversos.

4. Sichen thegpa, El Camino del Shen de la Existencia, que maneja el estado posterior a la muerte, con métodos para guiar a los seres hacia la liberación, o al menos a una reencarnación mas alta.

5. Genyen thegpa, El Camino del Practicante Laico Virtuoso, guía a aquellos que aplican las diez virtudes y las diez perfecciones.

6. Dransong thegpa, El Camino de los Sabios, contiene las reglas de la disciplina monástica.

7. Akar thegpa, El Camino de la A Blanca, explica las prácticas y rituales de los Tantras Altos.

8. Yeshen thegpa, El Camino del Shen Primordial, insiste en la necesidad de un maestro preparado, el lugar, la ocasión para las prácticas tántricas, explica el mandala en mayor detalle así como las instrucciones para la meditación con deidades.

9. Lame thegpa El Camino Insuperable, concierne el logro mas alto a través del camino de ‘La Gan Perfección’, Dzogchen.

Cuatro Portales Bön y el quinto, el Arca del Tesoro

1. Chab-kar, Las Aguas Blancas, contiene los trabajos y prácticas esotéricas mas altas.

2. Chab-nag, Las Aguas Negras, consiste de varios rituales (sanación, purificación, magia, pronóstico, adivinación, funeral, y de intercambio).

3. Phanyul, La Tierra de Ohan, explica las reglas para los monjes y monjas y para la gente laica y expone las doctrinas filosóficas.

4. Ponse Las Guía de los Maestros, instruye en ejercicios psico-espirituales y prácticas de meditación de la Gran Perfección.

5. Thothog, El Tesoro, resume los aspectos esenciales de los cuatro portales.

Historia y evolución de la tradición Bön

La tradición cuenta que 1,800 años más tarde de la desaparición de Tonpa Shenrab, Mucho Demdrug organizó y clasificó toda su enseñanza en cuatro categorías. Las oraciones, mantras, las enseñanzas sobre la disciplina monástica o preceptos, y la biografía de Tonpa Shenrab se organizaron como parte de la colección Sutra (mDo).

La segunda categoría, Prajnaparamita (Bum), consiste en la exposición detallada de las Enseñanzas de la Perfección de la Sabiduría. La tercera categoría, Tantra, (rGyud) consiste de la visualización de la deidad, y ritual tántrico y las prácticas esotéricas. La categoría siguiente, ‘Mdzod‘ consiste en las enseñanzas sobre las prácticas de meditación Dzogchen.

Esta organización de cuatro categorías de enseñanza, que van de un nivel literal a otros más profundos y ocultos, me remite a la disciplina de estudio de la Torá, en la que hay también 4 niveles de lectura y entendimiento. Las iniciales (en hebreo solo las consonantes) de la palabra pardés, aluden a estos 4 niveles de conocimiento.

La primera inicial (P) se refiere al Pshat, que es el relato literal de la Torá, exactamente lo que leemos. La segunda inicial (R) alude al Remez, «insinuación», lo que le da una dimensión más profunda al relato. La tercer inicial (D) nos indica el Drash, lectura en la que el hombre exige un significado más profundo del texto que en las anteriores perspectivas. La última inicial del pardés (S) nos indica el Sod, que significa «secreto». Tenemos por tanto, que los niveles más altos en cada caso de estas tradiciones son el Sod y el Mdzod

Alrededor 1196 AEC, Zhutrul Yeshi, un gran maestro de Tagzig estableció el sistema monástico Bön y propagó la práctica de la disciplina monástica y el estudio filosófico en los reinos de Zhang Zhung y el Tíbet con energía y devoción. Mutri Tsenpo, el segundo rey de Tibet, estaba interesado en la práctica Bön tántrica Drakpa Kor Sum e invitó a muchos eruditos de Zhang Zhung para enseñar. A través de sus esfuerzos, la práctica del Tantra, el camino de la transformación, floreció ampliamente en el Tíbet.

A finales del s. VII, el budismo llegó al Tíbet desde la India. Desde ese momento y hasta el s. XI, la religión Bön fue proscripta y perseguida los regentes budistas, llevando a que su práctica se realice de forma secreta. Actualmente en el Tíbet, Nepal y la India, en donde hay unos 100.000 practicantes de la religión Bön, los monjes Bonpo siguen practicando y estudiando sus enseñanzas.

La religión de los hombres «Gcug»

Las dos religiones (Bön y budismo) se enfrentaron desde el primer momento, a la vez que se influían mutuamente. Cada una de ellas, fue alternativamente protegida o perseguida por los soberanos del Tibet, hasta que, a partir del siglo XI, el «Bon  modificado» (agyur Bön) adoptó la doctrina, el vocabulario y las instituciones del lamaísmo. Lo cierto es, que los ritualistas, los adivinos y los «brujos» bon-po actuaban en el Tibet desde antes de la penetración de los misioneros budistas.

Sin embargo, según la tradición, el «Bon extranjero» había sido introducido desde Zhangshung (suroeste del Tibet) o desde Tazig (Irán). De acuerdo al libro «Historia de las creencias religiosas», tomo III, del prominente Mircea Eliade, no es Bön una religión autóctona de la región del Tibet, sino que el culto rastreable más antiguo de la zona es el denominado la “religión de los hombres”.

Mircea dice en su libro:

Según los historiadores tibetanos, la religión autóctona, llamada «religión de los hombres» fue anterior al Bön y a la llegada del budismo, siendo estas últimas definidas como «religiones de los dioses».

Las fuentes para el conocimiento de esta religión autóctona o de los hombres son relativamente escasas: algunos fragmentos de mitos, de rituales y de técnicas de adivinación, algunas inscripciones, refutaciones de la antigua religión escrita por los budistas y ciertas crónicas chinas de la dinastía T’ang. Algunas prácticas antiguas han sido asimiladas por el budismo y Bön.

Una fuente importante para el conocimiento de la «religión de los hombres» llamada Gcug (o chog, costumbres) es la constituida por los mitos cosmológicos y cosmogónicos, e incluso genealógicos. Estos mitos eran narrados ritualmente con ocasión de los matrimonios, las fiestas de Año Nuevo, las diversas competiciones en honor de los dioses del suelo, etc.

Para la cosmogonía tibetana tradicional, el mundo fue creado por los dioses celestes Phya, imaginados como las montañas del cielo. Algunos de aquellos dioses-montañas descendieron a la tierra, trayendo consigo los animales, las plantas y, probablemente, también los seres humanos. Aquella época paradisíaca, cuando los hombres vivían cerca de los dioses, había durado diez mil años.

Un demonio, encerrado bajo el noveno nivel subterráneo, logró escapar y esparció el mal sobre la tierra. Los dioses se retiraron al cielo y el mundo siguió degenerando durante cientos de miles de años.

En la mitología mexica, Mictlantecuhtli (en náhuatl: «señor del mictlán» o ‘señor del lugar de los muertos’) es el dios del inframundo. Junto con su esposa Mictecacíhuatl, regía el noveno y último nivel del inframundo, el reino de Mictlán, el recinto postmortem.

Pero algunos hombres practicaban todavía el Coug a la espera de la «edad de las impiedades», que habría de dar paso a un mundo nuevo. Entonces reaparecerían los dioses sobre la tierra y resucitarían los muertos.

La conexión con el «reino del cielo»

Siguiendo con el libro «Historia de las creencias religiosas»:

En la religión tradicional, el rey tenía un lugar de importancia primordial. La naturaleza divina del soberano se manifestaba a través de su «resplandor» y de sus poderes mágicos. Los primeros reyes permanecían en la tierra únicamente de día; por la noche regresaban al cielo. No conocían la muerte propiamente dicha, sino que en un determinado momento ascendían al cielo por la cuerda mágica «mu» (o dmu).

Aquellos primeros reyes -nos dice una crónica bonpo- «tenían todos en la coronilla una cuerda «mu» de luz, tensa y de color amarillo pálido. En el momento de morir se disolvían como un arco iris, empezando por los pies, y se fundían en la cuerda «mu» de la coronilla que, a su vez, se fundía en el cielo.» Esta es la razón de que no hubiera tumbas reales antes del último soberano de origen divino, Digún, que, siendo hombre orgulloso y colérico, cortó por error durante un duelo su propia cuerda «mu».

En otro de sus libros, «El Chamanismo«, Mircea Eliade, profundiza el concepto de la cuerda celestial:

El simbolismo de la cuerda, como el de la escala, entraña necesariamente la comunicación en­tre «Cielo y Tierra», por medio de la cual los dioses descienden a la Tierra y los humanos suben al Cielo. Ésta es una tradición arcaica y ampliamente extendida que encontramos tanto en la India como en el Tibet.

Ver ensayo «De dioses que vienen del cielo» para más referencias.

Buda desciende del Cielo Trayastritna por una escalera, con el propósito de «tra­zar el camino de los humanos»: desde lo alto de la escalera, pueden verse, encima, a todos los Brahmalokas y, abajo, las profundidades del Infierno, porque es un verdadero Axis Mundi erigido en el Centro del Universo. Esta escalera milagrosa aparece representada en los relieves de Bharhut y de Sañci, y en la pintura budista tibetana se la muestra sirviendo a los humanos para subir al Cielo.’

La función ritual y mitológica de la cuerda se halla aún mejor comprobada en el Tibet, especialmente en las tradiciones pre-budistas. Se supone que Gña-k’ri-bstan-po, primer rey del Tibet, bajó del Cielo por medio de una cuerda llamada rmu-t’ag, Esta cuerda mítica aparece también representada en las tumbas reales, señal de que los soberanos subían al Cielo después de su muerte. La comunicación entre el Cielo y la Tierra no estuvo, por otra parte, jamás interrumpida para los reyes. Y los tibetanos creían que en los tiempos remotos los soberanos no morían, sino que subían al Cielo, concepción que descubre el recuerdo de un cierto «paraíso perdido».

Sin salirnos de las tradiciones Bon, nos encontramos con un clan, dMu, nombre que designa a la vez una clase de dioses (los que habitan el Cielo y a los que llegan los muertos subiendo por una escala o trepando por una cuerda). Antaño había en la Tierra una categoría de sacerdotes que pretendían poseer el po­der de guiar los difuntos al Cielo, porque eran los maestros de la cuerda o de la escala: eran los dMu.

Esta cuerda que unía en aquellos tiempos la Tierra con el Cielo y servía para la ascensión de los muertos hacia la morada celeste de los dioses dMu, ha sido sustituida entre otros sacerdotes Bon por la cuerda adivinatoria. El símbolo sobrevivió —quizás— en el pedazo de tela de los Nakhi, que representa el «puente del alma para llegar al reino de los dioses». Todos estos rasgos son parte integrante del conjunto chamánico de la ascensión y de la conducción de las almas.

El Druk de Bután

Bután, oficialmente Reino de Bután, es un país del sur de Asia ubicado en la cordillera del Himalaya. Limita al norte con la República Popular China (Tibet) y al sur con la India.

El origen de la palabra «Bután», si bien es aún desconocido, denota su estrecho vínculo con la región del Tibet. Se cree que el mismo proviene del exónimo tibetano «Bod», utilizado como vocablo para referirse al Tíbet. Otra corriente considera que el origen del nombre proviene del sánscrito, «Bhota-anta», fin del Tíbet, en relación con la ubicación del país, que se encuentra en el extremo de la meseta tibetana.

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En la mitología butense, el Druk (aka «duk» o «dug«; de la misma raíz que «dragón«, del latín draco, y este del griego, drákon, «serpiente»), es el «Dragón del Trueno».

En Dzongkha, el idioma local, Bután es denominado Druk Yul, la «Tierra de Druk«, y los reyes de Bhután son llamados Druk Gyalpo, «Reyes Dragón del Trueno».

El Druk es el símbolo nacional de Bután y aparece mismo en la bandera de Bután, sosteniendo unas joyas como símbolo de riqueza. El himno nacional de Bután, Druk Tsendhen, se traduce como «Reino de Druk«, y la compañía aérea nacional se llama «Druk Air».

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Según los relatos tradicionales, cuando el fundador de la secta, Tsangpa Gyare, primer Gyalwang Drukpa, comenzó a construir el Monasterio Ralung, hubo una violenta tormenta. Tomando el trueno como el rugido del dragón, y considerándolo como un presagio, Tsangpa Gyare nombró al monasterio Drug-Ralung, añadiendo la palabra «dragón del trueno» al nombre. Los discípulos en el monasterio eran conocidos como Drugpa, o «Los de los Trueno.»

El druk fue adoptado como emblema por el Linaje Drukpa, el cual se originó en el Tíbet y se extendió a Bután.

Emblem_of_Bhutan.svgA partir del 1900, el Gran Lama de Bután llevaba un sombrero con «Dragones Trueno» sobre él para significar los orígenes de la secta. A medida que la secta se hizo más popular, estableció monasterios en lo que hoy es Bután, con el resultado de que el área fue siendo conocida como Dug Yul, o «Tierra del Trueno», tanto entre tibetanos como en butenses.

En Bután, al igual que en China, Japón y otros países asiáticos (los cuales se han ido influenciando mutuamente), el dragón posee un lugar prominente en la mitología y el folklore local.

Fuentes y bibliografía principales:

  • Libro «El Chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis«, por Mircea Eliade
  • Libro «Historia de las creencias religiosas», por Mircea Eliade
  • Libro «Maravillas de la mente natural«, por Tenzin Wangyal
  • Gyalshen Institue
  • Lishu Institute

3 comentarios sobre “Religión Bon del Tibet

  1. We the world of modern human life should try to understand today’s world pandemic?. If a natural or human act, look at what has opened the heart’s. Humans have a chance in today’s world closed down. To at last use there mind’s and think out of there box.Above all are home mother earth as a short chance, to put it’s life in order. With out flaying craft’s moving car’s sea ship’s and human waste throwing trash. Being dumped on her face, and in mother earth’s space..Unfortunately we humans live on the same place upon mother earth’s face, as she move’s around in her space. We as human’s should now wake up and see are human fate, death is always the human body’s fate. The spirit will live one according no mater the human body’s faith.
    Spiritually.

  2. Hola amigo.
    Escribo porque estoy muy interesado en lo que escribes, en especial en la simbologia del Bon. Me gustaría saber si puede ayudarme con orientación sobre este tema o si quiere compartir alguna charla sobre el tema.
    Cordialmente, con aprecio. Un saludo.
    Carlos Diego Hernández

    1. Hola Carlos, muchas gracias por el mensaje. La verdad es que de la religión Bon no hay mucho más que pueda aportar de lo ya publicado. Si dispones de más información y querés compartirla, con gusto la actualizo a la publicación. Saludos! David

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