Megalitismo en La Torre-La Janera, Huelva


Sobre una finca de 600 hectáreas entre las localidades onubenses de Ayamonte y Villablanca, cerca del río Guadiana, se proyectaba un emprendimiento agrícola para cultivar palta (aguacates). Al solicitar los permisos necesarios la Junta de Andalucía condicionó a sus propietarios a que se realice primero una prospección arqueológica, lo que derivó en 2018 al descubrimiento de un enorme tesoro arqueológico.

El estudio del sitio megalítico de La Torre-La Janera, en Huelva, dio como resultado la mayor concentración de menhires de toda la Península Ibérica, encontrados tanto de forma individual como en agrupaciones lineales (alineamientos) o circulares (crómlech).

Este hallazgo convierte a este sitio en el yacimiento arqueológico más importante de la península Ibérica, y en uno de los centros megalíticos más importantes de Europa.

Localización en la península ibérica del Bajo Guadiana con sitios megalíticos y asentamientos de la Prehistoria Reciente. Imagen aérea Earthstar Geographics. Imagen
Ver publicación: Dólmenes, cromlech, túmulos y menhires

Se calcula que los primeros monumentos del lugar fueron erigidos en el Neolítico Medio mientras que los últimos megalitos del enclave fueron instalados hacia el Bronce Antiguo. Esto representa una temporalidad de unos 3 mil años, entre mediados del V a inicios del II milenio AEC. Incluso, se constató que los monumentos pétreos fueron reutilizados en periodos posteriores.

De acuerdo a las declaraciones de los responsables de la excavación publicadas en el artículo El sitio megalítico de La Torre-La Janera (Huelva): monumentalidades prehistóricas del Bajo Guadiana, de la revista especializada del CSIC Trabajos de Prehistoria, «los menhires son los elementos documentados más numerosos: 526 están preservados in situ o tumbados», su tamaño iría de 1 a 3 metros de longitud, y los hay de muy diversas formas.

Vista aérea de un de los conjuntos megalíticos localizados en la finca La Torre-La Janera. JUNTA DE ANDALUCÍA. Imagen

Mediante este estudio en el que se utilizaron diversas técnicas de relevamiento los investigadores han documentado más de 1.000 menhires. Como referencia, el sitio de Carnac, en el noroeste de Francia, uno de los mayores del mundo, tiene 3.000 menhires.

Ver Publicación: Los Alineamientos de Carnac

Según José Antonio Linares, experto a cargo de la excavación: “Se puede afirmar que es el sitio conocido con mayor concentración de menhires en un «espacio acotado” de la península Ibérica«.

Es un sitio importante porque sobresale por la cantidad, variedad y diversidad de las arquitectura de menhires, tanto individuales (dispuestos en fosas, en plataformas, en estructuras tumulares) como en agrupaciones, en espacial alineamientos y «crómlech» o «círculos de piedras” apunta el científico, quien agrega que pertenecen a diferentes periodos temporales.

Menhir inserto en plataforma pétrea del área de protección integral API-2 de La Torre – La Janera (Ayamonte-Villablanca, Huelva). Fotografías y levantamiento fotogramétrico. Imagen

Los hallazgos se han realizado en tres recintos, “posiblemente vinculados al control del ciclo de las estaciones y a la observación de eventos astronómicos”. Se trata de “grandes construcciones abiertas y articuladas en niveles escalonados. En su interior se concentran estructuras de funciones y cronologías diversas: dólmenes, cistas y menhires.

Según el estudio, se “emplazan en cerros prominentes, de amplia visibilidad y de gran perceptibilidad paisajística, cuyas cimas y laderas fueron transformadas topográficamente. Se concentran en torno al arroyo de Rocín.

Recinto de terrazas elíptico de La Torre-La Janera (Ayamonte-Villablanca, Huelva). Planimetría del recinto a partir del levantamiento fotogramétrico, fotografías y ortoimagen de las terrazas de la ladera sureste. Imagen

La mayoría de los menhires (hasta 260) se concentran en 26 alineamientos y dos crómlech. Los alineamientos, de una a seis filas, pueden alcanzar los 250 metros de longitud.

Los dos crómlech se construyeron “en los altos de cerros con horizonte despejado hacia naciente, desde donde pueden observarse los ortos solares equinocciales y solsticiales”. El mejor conservado está formado por nueve menhires tumbados, formando una U abierta hacia el Este. A 20 metros de distancia se levantan otros y a 300 metros hacia el suroeste se distingue un monumento similar con otros seis menhires, que delimitan un espacio de 65 por 40 metros.

Cistas megalíticas con plataforma-estructura tumular del recinto de terrazas elíptico de La Torre-La Janera (Ayamonte-Villablanca, Huelva). Fotografías y levantamiento fotogramétrico. Imagen

Los dólmenes se han hallado tanto aislados como agrupados. Uno de ellos tiene una cámara de 3,50 metros de longitud, casi un metro de anchura y un túmulo circular que lo rodea de siete metros de diámetro.

Por su parte, los túmulos de piedra poseen distintas longitudes, entre los 6 y 17 metros, y presentan estelas asociadas. Se han documentado, además, 41 cistas individuales o para dos o más individuos. Son estructuras rectangulares de entre 1 y 2,5 metros de longitud talladas en piedra.

Dolmen con cámara trapezoidal con túmulo de piedra seca de La Torre-La Janera (Ayamonte-Villablanca, Huelva). Fotografías y levantamiento fotogramétrico. Imagen

En palabras de Primitiva Bueno Ramirez, Catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá y perteneciente al proyecto de excavación, “es evidente que el número de lo detectado es muy llamativo, pero otro aspecto notable es su impresionante conservación”.

El lugar uso durante miles de años, por lo que no es de extrañar que en ese periodo de tiempo se utilizara con distintos fines. Los investigadores apuntan en distintas direcciones: desde su uso como demarcadores territoriales, elementos de control de las estaciones anuales, puntos de observación astronómicos, lugares rituales y ceremoniales, hasta que tuvieran un uso funerario, ritual, o ceremonial.

Linares apunta además que la zona se volvió a ocupar más tarde, durante la Protohistoria, la época romana y etapas históricas posteriores con diversos fines y usos del terreno.

Localización de los diferentes elementos arqueológicos identificados de La Torre-La Janera (Ayamonte-Villablanca, Huelva). Cartografía: Linares-Catela. Imagen aérea: Ortofotografía Máxima Actualidad PNOA CC-BY 4.0 ign.es. Imagen

Como explica el propio Linares, “al igual que ocurre por ejemplo en el gran complejo de Stonehenge, las funciones de los monumentos megalíticos son complejas, múltiples y combinadas, constituyendo el lugar un gran «centro ceremonial», «centro de agregación» o «sitio sagrado» en el que se fusionan elementos naturales (afloramientos, río Guadiana y océano Atlántico) con las arquitecturas pétreas para crear grandes escenarios de encuentro y lugares colectivos en el que rendir culto y tributo a la memoria de los ancestros y llevar a cabo diversas prácticas sociales.

Su descubrimiento aporta nuevos argumentos que refuerzan las interpretaciones del megalitismo atlántico como uno de los más antiguos fenómenos humanos encaminados a la transformación y antropización de los territorios. Consecuentemente, el sitio amplía el horizonte de conocimiento de los megalitismos de Europa occidental y las potencialidades de investigación del suroeste peninsular”.

Foto: Linares-Catela. Imagen

Más de 1.000 menhires… ¿Cómo puede ser que no se conociera esta joya prehistórica antes? Según el especialista Jose Antonio Linares, habría varias razones interconectadas. Antes de nada se trata de un sitio recóndito, cercano Portugal y aparentemente aislado lo cual no había despertado un especial interés por parte de los arqueólogos.

Todo esto ha llevado a lo largo de los años a que exista un “déficit de investigación arqueológica de la zona del Bajo Guadiana” explica Linares, a lo que hay que sumar la “gran dificultad del reconocimiento del sitio por la abundante maleza y cobertura arbórea de los eucaliptos; y por el hecho de que la gran parte de los menhires, por ejemplo, se encuentran tumbados, posiblemente como parte de la transformación forestal en los años 1970 y también desde la Prehistoria o tiempos posteriores”, apunta.

Sea como fuere, el hallazgo y los primeros estudios de la zona han puesto de manifiesto tanto la calidad como la cantidad de arqueología ibérica. Y la necesidad de continuar investigando el pasado de los habitantes que poblaron la zona para conocer mejor sus costumbres.

Fuente:

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.